Madrid, España
Alejandra Soviagez
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Posturas imprescindibles del Hatha Yoga

Posturas imprescindibles del Hatha Yoga

Las posturas del Hatha Yoga

 

Para hablar del hatha yoga y las posturas características de este estilo, es necesario que nos pongamos en contexto. Este tipo de yoga es el más popular y el más demandado, sobre todo por principiantes, debido a su carácter pausado y de baja intensidad. Ademas, el hatha yoga es apto para todas las edades y es perfecto para niños, por ejemplo, para los que también existen clases de yoga infantil. Durante una clase de hatha yoga, se realizarán las posturas físicas llamadas asanas, de las que hablaremos a continuación, junto con los ejercicios respiratorios (pranayamas) con el objetivo de lograr un equilibrio de nuestra mente y nuestro cuerpo.
 
En relación a los asanas de los que hablábamos antes, existen varios que son básicos en el hatha yoga y que realizarás en tus clases de yoga sí o sí. Estos son:
 

    • Postura del guerrero (Virabhadrasana). Una de las mas conocidas: se realiza de pie, con los pies separados y la pierna delantera flexionada. Desde aquí, y con la espalda recta, se elevan los brazos de manera recta y paralela y después, si ya cuentas con el nivel y el equilibrio necesarios, levantas la pierna trasera dejando el eje pierna-tronco-hombros en horizontal.

 

    • Postura del niño (Balásana). Enfocada mas en la relajación, te sientas sobre los talones y flexionas el tronco hacia delante hasta apoyar la frente en el suelo para después extender los brazos extendidos o bien hacia delante o bien hacia atrás.

 

    • Postura del árbol (Vrksasana). Intentando parecernos a un árbol, apoyaremos un pie en el suelo mientras apoyamos la planta del otro en el interior del muslo contrario al mismo tiempo que elevamos nuestros brazos hacia arriba simulando la copa de un árbol.

 

    • Postura de la cobra (Bhujangasana). Ideal para nuestra columna; nos tumbaremos boca abajo de manera que nuestras caderas queden pegadas al suelo, a la vez que inclinamos la zona abdominal hacia atrás.

 

    • Postura del cadáver (Sávasana). Realizada normalmente al final de la clase, consiste en tumbarse boca arriba y dejar fluir la energía por todo nuestro cuerpo. Extenderemos ligeramente tanto brazos como piernas y, simplemente, nos relajaremos.

 

Cada una de estas posturas, combinadas con la practica regular del yoga, conllevan una serie de beneficios tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente que hacen que cada día mas personas se aventuren en esta actividad espiritual. Entre estos beneficios se encuentran la mejora de la flexibilidad, así como la eliminación del estrés y las preocupaciones del ritmo de vida, por no hablar de la mejora del riego sanguíneo, las articulaciones, la postura corporal y un largo etcétera que podría llevarnos horas. En general, el yoga es una actividad tan beneficiosa por dentro como por fuera y quienes lo practican aseguran haber cambiado drásticamente la manera en la que ven el mundo. Y tú, ¿te animas a dar el paso?